Rosariazo musical en Buenos Aires


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Hace unas semanas cinco músicos y compositores reunidos en el sello Kuikatl se entrecruzaron arriba del escenario de Buster Keaton con sus distintas propuestas estéticas en un ciclo al que denominaron Kuikatl: Canciones Rosarinas. Ellos son Julián Rossi, Emanuel Marquiore, Tomás Boasso, Matías Vant y Pablo Comas (a quien ya conocíamos como compositor inspiradísimo de Alucinaria). 

Rossi, Morquiore y Boasso pasaron por nuestro programa antes de la presentación. Abajo dejamos algunos textuales y la entrevista para escuchar o descargar.

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Sabemos por Emanuel Marquiore que "Rosario es la capital del universo". Así lo canta en una de sus canciones incluídas en Diámbolos y mareas. Una noche de septiembre de 2017 Buenos Aires cedió una pizca de su geografía a estos músicos rosarinos para seguir tirando del hilo de la canción rosarina que tiene un historia -los pibes no lo desconocen- y quiere seguir pujando para parir nuevas formas.

En esa nueva construcción se encuentra Kuikatl, sello discográfico de gestión colectiva que nuclea a músicos y artistas de distintas procedencias. "No es sólo música, sino también pintura en vivo, teatro, fotografía, diseño, todo con una mirada propia -nos dijo Julián Rossi. Somo artistas afines, pero no es una cuestión meramente estética sino también una cuestión social, estamos encaminados hacia una búsqueda de trabajo colectivo. Es una construcción entre varias personas donde cada uno pueda pertenecer ahí de manera horizontal. La idea de sello apunta a horizontalizar todo".

Dentro del ciclo Kuikatl: Canciones Rosarinas conviven miradas diferentes pero con muchas cosas en común. Navegan a caballo de una energía conjunta que coquetea con lo desgenerado. Para entender lo que hacen ellos hablan de una 'genealogía' de la canción rosarina que incluye -claro- a la trova, pero no únicamente. "Si bien todos estamos con una guitarra o con un piano no tocamos géneros similares ni nuestra poética es similar, sin embargo nuestra ética sí", apunta Tomás Boasso que además de hacer música es poeta.

"Tal vez una canción deba mostrar esa belleza que no podemos ver o decir algunas verdades de manera visceral para poder descargar lo que uno siente y piensa" (Julián Rossi)

Las dinámicas de los encuentros arriba del escenario se van aceitando cada vez más y a medida que pasan los conciertos se va construyendo también un pensamiento sobre lo escénico que se potencia con la seguidilla de fechas. "Damos pasos pequeños pero sólidos para que la idea sea clara y no sea una ensalada donde no se entiende nada", dice Rossi. "No es la idea de que cada cantautor venga, presente lo suyo y se vaya", agrega Emanuel. En resumen: propician (y disfrutan) del cruce de unos con otros y hasta llegan al punto de no imaginarse canciones propias sin lo que fue aportando cada uno de los colegas. Un verdadero espíritu de grupo tan necesario en estos momentos.

"¿Qué sentido tiene seguir haciendo canciones en este contexto?", preguntamos. Tomó la posta Julián: "En la historia rica del rock nacional hacer canciones era resistir, ayudar a despertar a aquellos que no podían hacerlo, generar puntos de vista, pensamientos (...) Las canciones tienen esa función verdadera de ser una fuente de inspiración y un despertar constante, más allá de que la poesía sea visceral o pueda mostrarte algo bello. Estamos en un momento donde el odio se impone sobre nosotros y nos contamina, y tal vez una canción deba mostrar esa belleza que no podemos ver o decir algunas verdades de manera visceral para poder descargar lo que uno siente y piensa. Por eso la canción es un patrimonio cultural tan grosso, son tres o cuatro minutos que te pueden cambiar la vida".

Se suma Marquiore y dice: "Estamos perdiendo la conciencia de lo que está sucediendo. ¿Cuántos músicos se han tenido que exiliar o autoexiliar o han sido callados por cantar? Gente que no ha dicho nada en contra de nadie y de todos modos ha sido subversiva. Suena un poco liviano decir que queremos un mundo mejor, pero queremos uno donde poder expresarse libremente y llegar a la gente sin miedo. Eso ya sucedió y da un poco de cagazo que uno por querer expresarse tenga que pensarlo dos veces. Coincidimos -como decía Tomi- en que la estética no es lo que nos une sino una ética, un modo de pensar y de querer construir".

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Para descargar la charla ACÁ

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* Julián Rossi editó Curvas a la recta en 2016. Anteriormente sacó Una gota en el río (2006), Trancisión (2008), Fábrica de cosas que pasan (2011).

* Emanuel Marquiore editó su disco Imágenes por Kukatl y también tiene colgadas en bandcamp 32 canciones reunidas bajo el título Diámbolos y mareas.

* Tomás Boasso está en pleno proceso de grabación de nuevo disco. Lo que tiene son diez temas maqueteados. Algunos ya subidos a internet en el EP El patio de Marcabrú.

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