"El Estado mira lo que el mercado expulsa, da herramientas ahí, da luz ahí, va a buscar eso, no se queda, es protagonista, cuida, defiende, protege, potencia. ¿Quién es ese Estado? Nosotros". Teresa Parodi en la Usina política y cultural Juan Gelman



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"Se sueña con otros, no se puede soñar solos", nos dijo ayer a la tarde-noche Teresa Parodi en una charla que brindó en la Usina política y cultural Juan Gelman, en Villa Crespo. La ministra de Cultura habló para unos cuarenta militantes y vecinos que nos acercamos a escucharla reflexionar en torno a un dilema histórico que en estos días, a propósito del balotaje, se reactualiza y sobrevuela nuestros pensamientos: mercado o pueblo

No fue una charla técnica, todo lo contrario. Hizo un relato que mezcló militancia, arte, rol del Estado y gestión, todo pasado por el tamiz de su propia vida. Recordó sus años como maestra en el monte misionero y aquel país de Estado ausente, la noche en que ganó Cosquín en 1984 ("cuando se escuchaba la música del pueblo y no era ésta cosa bastardeada que es hoy", dijo), reivindicó los años de lucha colectiva, la importancia de aferrarse a la propia cultura y el rol protagónico del amor en construcciones como las nuestras

Con su tono amable y enfático, con su erre ashastrada y coshentina, nos devolvió la dimensión emocional, afectiva y de resistencia que tiene la política; y que las últimas semanas habíamos (o había yo) perdido de vista. Es que uno transita estos días pensando en lo mejor, pero preparándose para lo peor. Y de repente estás a medio metro de Teresa y te recuerda que toda vida puede ser un acto político, artístico y de amor; la puesta en práctica de aquello de que la patria es el otro. 

El Estado que ella reivindica es uno que vaya a buscar a todos los que quedaron tirados al costado del camino, uno que quiera fortalecer y darles voz a los olvidados. "El Estado mira lo que el mercado expulsa, potencia lo que el mercado expulsa, da herramientas ahí, da luz ahí, va a buscar eso, no se queda, es protagonista, cuida, defiende, protege, potencia. ¿Quién es ese Estado? Nosotros. Por eso es posible en este proyecto un ministerio", dice envalentonada.

Recitó de memoria una líneas de Juan Gelman: Yo no me averguenzo de mis nostalgias / extraño la callecita donde mataron a mi perro / y lloré junto a su muerte. Esa callecita es "un lugar, un espacio, un hábitat que lo marca para siempre y lo hace ser quién es: un hombre identificado con la historia de su país. Extrañar eso no se lo pudieron quitar nunca, y nunca uno puede irse del lugar de donde es cuando está orgulloso y asume esa identidad y la sostiene contra viento y marea. Porque la penetración cultural existió y existirá en todos los tiempos, y nos ha quitado generaciones y generaciones de argentinos y de latinoamericanos. La batalla de fondo es cultural", dijo.

Esa mujer con energía desbordante nos hizo lagrimear y nos dió fuerzas. A la vez, nos llevó a pensar en que el kirchnerismo tiene gente valiosa cuya voz se ve opacada y absorbida por otras que no tienen mística, no tiemblan, no disponen ni de un 1% de la seducción tierra adentro de Teresa. La política también es seducción. 

Esto no nos hace olvidar de lo mucho que falta por hacer en materia cultural, lo sabemos. Mucho es mucho, a no disimularlo. Es mejor si lo hacemos acompañados por un Estado que no deje en manos del mercado el relato de nuestras vidas. Porque no es todo lo mismo y porque no nos avergonzamos de nuestras nostalgias.

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Algunos de esos momentos emocionantes de la charla están ACÁ, ACÁ, ACÁ y ACÁ. Si tienen un tiempito no dejen de escucharlos.

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