"Yo creo que todos somos fundamentales para la literatura. Si el canon no me incluye o en a facultad nunca estoy, la verdad es que no se me mueve un pelo" - Reflexiones de Pablo Ramos (4-09-10)


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"Creo que escribir o ser músico o ser artista es una respuesta a una impotencia que uno siente".

"Yo soy también el tipo que para levantarme a mi novia le canto Por ese palpitar de Sandro, el que escucha Favio y se pone a llorar.A mi me pasa que soy todo eso. Uno tiende a valorar más a Leonard Cohen porque habla en otro idioma, porque tiene una mística que... puede ser un Sandro tranquilamente. Hay temas de Sandro que tiene una complejidad musical importante ¿no?

- Son canciones que pertenecen a géneros que los bienpensantes tienden a excluir...
- Claro.Primero porque ser baladista en español es para excluir. Roberto Arlt ya lo dijo en el 30: leen el Ulises porque no está traducido. Cuando lo traduzcan van a encontrar otros libros, ya no va a ser una bandera de clase, en definitiva. Porque excluye al que no puede leer en inglés. Yo creo que lo interesante de una inteligencia es que sea capaz de superar el prejuicio y vaya más allá de la mirada de los otros.

"A mi me encanta Vuelve de Ricky Martin. Porque en algún momento, en algún rincón o en un baño, nos permitimos conectarnos con emociones sencillas al borde de lo grasa. A veces eso se sostiene. Sandro es más interesante, inclusive Por ese palpitar es impresionante como desarrolla la historia... y la música es muy linda ¿no? Me parece un bolero increíble. Y a Favio lo amo. Favio le puso ruleros a Monzón, ¡punto! Miren Soñar soñar. Es Fellini pero nació acá". 
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"Liliana Heker siempre tiene piropos raros para mi ¿no? Con La ley de la ferocidad me dijo: 'No podías no haber escrito esta novela'. Punto. Ya está. Y con En 5 minutos levántate María me dijo: 'Acá demostrás que podés escribir lo que quieras como quieras".

"'¿Un escritor sabés quién es?, me dijo Heker. Alguien que habitualmente escribe. Ponete a escribir habitualmente. Y me puse a escribir'. Y fue impresionante porque una persona así te alivia de todo. Yo trato de devolver esas cosas. Yo soy una persona que le pesa mucho lo que le dan, necesito dar porque me cansé de encontrarme con personas que me dieron cosas".


"Yo creo que todos somos fundamentales para la literatura. Si el canon no me incluye o en a facultad nunca estoy, la verdad es que no se me mueve un pelo. Sí sé que ya me instalé, y esto pasó ayer, porque en julio de 2004 yo no existía, no había publicado nada".

"Hoy estamos más preocupados por la salida ocurrente, por la salida que te deje bien parado humorísticamente, que por intentar profundizar tropezándonos en frases que puedan hacernos quedar como tontos. Creo que estamos dejando de lado la responsabilidad. Cobrando los tantos pesos que te paga el FILBA, disfrutando del hotel, del pasaje de avión, de alguna chica o chico que te sonríe... y muy preocupados en que eso siga así, que nada lo modifique".

"Yo creo que esta trilogía ( El origen de la tristez, La ley de la ferocidad y En 5 minutos levántate María) es sólida en el sentido de que son tres columnas importantes que sostienen todo lo que yo quiera hacer con respecto a Gabriel Reyes".

"Los tres libros funcionan de una manera simbiótica, por momentos no sabés en cuál de los tres estás. Se mete con un situación que hubo en el otro. Lejos de ser una trilogía involuntaria es perféctamente voluntaria, es parte de un mismo proyecto. No hay ningún sentido para hacer un libro más. Terminé de hacer el amor, como diría Pollock. Le preguntaban: '¿Cómo se da cuenta cuando termina un cuadro?' Y él contestaba: '¿Cómo se da cuenta usted cuando termina de hacer el amor?' Uno dice hasta mañana. Y acá dije hasta mañana".


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- Mi mamá desde que yo nací lleva un diario. Ella me prestó sus diarios para llevarme a Alemania y encontré ahí la historia de Pablo, el chico que se muere. Mi mamá fue madre voluntaria en la Casa Cuna, de esas madres que van a cuidar a otros chicos por la problemática de que son del interior y las madres tienen más hijos, entonces los dejan. Esa historia es tal cual, pasada por el tamiz de mi prosa y puesta en el contexto que se merece. Y el chico se llamaba Pablo de verdad.

- Yo pensé que era un juego tuyo
- No hay ningún juego, lo que es más impresionante. A veces me dicen que yo -lo digo acá y no lo digo más en otro lugar- lo hago para reforzar. No refuerzo nada. Te lo digo porque es impresionante que las cosas se den así: que mi mamá escriba desde que yo nací, que yo escriba, ese chico Pablo... mi mamá me estaba perdiendo de alguna manera. Como digo en La ley: "Dejé todo y me voy a lastimar". Y ella encuentra un Pablo a quién cuidar. Yo le pregunté si lo había elegido porque se llamaba Pablo y me dijo que no, que se dió como yo después lo cuento en el libro.


"Mi mamá me dijo: 'si algo te gusta del diario usalo'. Le pedí permiso porque escribe bárbaro".

"A partir de En 5 minutos... estoy hablando en todos lados de mi mamá y ella, habiendo leído el libro, quedó contentísima, se siente ahí adentro, es increíble. Esa es una posibilidad que me dió la literatura: es el ramo de flores que nunca le compro. Porque le voy a comprar flores y como soy un maricón paso por la panadería y le compro una torta de ricota, y paso por la verdulería y compro coliflor, naranjas, kiwis, y en realidad quiero comprar un ramo de flores. Es tanto el amor que siento por mi madre... lo abarcó todo para mi y mi hermano Gabriel; lo ocupó y lo sanó todo de una manera que es la única manera: olvidándose de ella por completo durante mucho tiempo".

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