Entrevista a Hugo Peche Estevez

Arriba: Pablo Ramos, Flopa, Gabo, yo, Gastón Montells, Rodrigo Tornero, Alcira, Gorriti y Peche Estevez. Abajo: Marcelo Lupis, Lucía Goncalvez, Guadalupe Lopez, Emanuel Ríos y Lucio Dodero.
Intro

Ya lo conté varias veces en el programa pero será la primera en el blog, así que aquí va una vez más. A Peche lo conocí un mediodía de la primavera del 2004. En ese entonces él vivía en el corazón del barrio de Once y me citó a su casa para hacer una nota. Llegué a las once y media. La casa era un quilombo pero de esos quilombos amorosos: algo de ropa en los sillones, los CD desparramados, los pibes jugaban en la habitación un poco desordenada, la tele estaba prendida en el canal de los dibujitos y Peche estaba en la cocina…cocinando. Me dice: Si querés hacemos la nota rápido, la otra opción es que te quedes a comer los mostacholes que estoy haciendo y charlamos después de almorzar. Me quedé. Mientras tomaba un vino de parado charlábamos y me hacía probar la salsa que estaba haciendo. Me decía que lo poco que había se compartía, en alusión a los fideos. Creo que fueron los fideos más ricos que comí en mi vida. Después del almuerzo (muy bien regado, porque si hay algo que a Peche siempre tiene a mano es algo rico para tomar) charlamos. Más tarde hicimos la nota. Fue una nota con el entrevistador y el entrevistado ya entrados en copas, por lo tanto fluyó. Hablamos de música (recuerdo que una de sus sentencias a lo Peche fue –refiriéndose al tango- “hoy lo pibes tocan el bandoneón como si tuviesen encima una máquina de escribir”), del peronismo (es un peronista de Perón) y de su trabajo como limpiavidrios (toda su vida laburó limpiando vidrios en Belgrano). Cuando terminó la nota estaba sobre Rivadavia esperando el colectivo, a las tres de la tarde, y no entendía nada. Estaba borracho, y no sabía si Peche Estevez era músico o superhéroe.

Nos volvimos a ver al año siguiente. Esa vez caímos de tarde- noche. Fuimos con Emanuel Ríos (amigo y otro de los fundadores de Patologías). Tomamos mates, comimos torta y desvariamos otro poco. Mientras escribo me acuerdo de que en momentos en que todo indicaba que el programa de radio tenía que irse a pique (por distintos inconvenientes que no vienen a cuento) dimos con entrevistados que nos mantuvieron a flote sin saberlo, que nos empujaron a seguir. Uno de ellos fue Pablo Ramos, el escritor. El otro Peche. Cuando cumplimos 100 programas Peche estuvo presente nuevamente. Hicimos el programa en el auditorio de La Tribu, con público, y él estuvo tocando junto a otros músicos y debatiendo sobre políticas culturales (
http://podcast.fmlatribu.com/index.php?id=62 ). O sea: A Peche lo conocemos desde hace tiempo, lo queremos y lo que hace Buenos Aires Negro nos encanta. A continuación publicamos un fragmento de la última nota que hicimos con él en el piso. Fue hace poco, programa 190. Tuvo la gentileza de traer las tomas que tienen hasta el momento de su nuevo disco y compartirlo en exclusiva con nuestra audiencia.

Aquí extractos de la charla.

¿Tiene nombre el disco que están grabando?

Sol del Once

Vos viviste en el Once mucho tiempo

Si, y me pegó un montón. Yo viví en todos lugares muy bellos en historias, por ejemplo Villa Soldati, que se yo. Pero el Once me pegó, porque no es como en Soldati que te tenés que meter adentro para vivir la realidad de ese lugar, el Once es una cosa que ve toda clase media, porque pasan los subtes, pasa el tren, pasan los coches y pasan los bondis. Y hay realidades que por más que estén ahí, muy explícitas, perece que estuvieran ausentes en todas las expresiones radiofónicas o televisivas. Salen nada más que cuando hay sangre. Pero no sale la muerte lenta de los guachos ni toda esa mierda, entonces al no estar eso presente, lo hicimos bien concreto.

Algunas de las letras de Turra Vida son crudas ¿Sol del Once se profundiza esa veta?

Y si, la indignación, después viene el dejo, la muerte, el abandono. Está hecho con muchas ganas, ganas acumuladas de años y no nos quisimos quedar con nada adentro. Escupimos todo.

Al comienzo del programa decía que Buenos Aires Negro retoma cierta tradición del rock (y por supuesto del tango), como el lazo con la ciudad. Vos sabés que el rock siempre tuvo una relación muy conflictiva con la ciudad: primero negándola y queriéndose ir al campo, después vuelven, la dictadura los expulsa, después se la reapropian, más tarde aparece el barrio como bandera…

Y si. Parece que todo eso no sirvió. Yo lo que tengo claro es que si quiero cambiar las cosas o tengo ganas de cambiarlas voy a estar donde se cuece el estofado. No es una mala decisión hacerse un ermitaño, irse a algún lado. En un momento todo tendió a que si querías tomar agua, tomabas del río, si querías comer te bajabas la fruta, que es lo más alucinante que hay ¿viste? Pero hoy el río es de otro y no podés pasar, los árboles y las manzanas son de otro, y si querés matar un animal tenés que matar a una vaca adentro de un corral.

Entonces tu decisión es quedarte en la ciudad.

Si, yo soy un bicho de ciudad. A mi me encanta irme al campo pero después tengo que vivir de algo y acá es más fácil seguir engañando a la gente (risas).

¿Seguís trabajando de limpiavidrios?

No, no. Hace un tiempo dejé. Cuando empezamos a tocar mucho en la semana empecé a perder locales y, para no terminar perdiendo todo, se los terminé dando a mis compañeros con los que empezamos laburando ahí por los 80.

¿Dónde hacías los trabajos?

Por Cabildo y Juramento. Me levantaba a las cuatro y media de la mañana, entraba a hacer el primer local a las cinco y media, que era una casa de cambio, y terminaba de laburar seis y media de la tarde. Eso en la mejor época. Estaba lleno de oro, tomaba taxi para ir a cualquier lado, me importaba un huevo.

¿Con el tiempo fuiste pudiendo vivir de la música?

No, de la música nunca.

¿Esta bien decir que Buenos Aires Negro es una banda de tango?

No. El tango ya me tiene las bolas llenas, el tango moderno ¿no? Que moderno no es, o sea que es antiguo pero hecho ahora. No, no siento nada de esta cosa careta. Y si no es careta es vanguardista, con un peso intelectual que a mi no me interesa para nada. Me siento más cerca del rock.

(próximamente la nota completa)

Para escuchar Buenos Aires Negro
http://www.myspace.com/buenosairesnegro

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